¿Por qué metales preciosos?

lingotes de oro y plataEl oro es un material creado por fusión nuclear en las estrellas. Cuando estas se convierten en supernovas, el oro es desperdigado por el universo, y así es como vino a parar a la tierra. Habrán oído que no puede ser creado en la tierra, aunque parece ser que no es del todo cierto. La verdad es que sí se puede crear oro, y de hecho se ha hecho. Lo que los alquimistas de antaño respirarían un poco más aliviados sabiendo que lo que buscaban no era una quimera.

¿Razón para no invertir en metales preciosos? En absoluto. Se pueden convertir átomos de plomo en átomos de oro, por una serie de razones atómicas, pero para poder convertir unos pocos átomos se necesita una cantidad de energía inmensa. No es viable. Sería caro, muy caro. Tan caro que es absurdo intentarlo, y nadie en su sano juicio intentaría enriquecerse convirtiéndose en alquimista. Los alquimistas del siglo XXI convierten euros en oro y plata. ¡Eso es lo que hacen los alquimistas hoy en día!

Pero... ¿Por qué? ¿Qué tienen el oro y la plata que los hacen tan especiales? Hablando en plata (¡Nunca mejor dicho!), ¿hay razones objetivas para invertir los ahorros en metales preciosos? Sí. Las hay, y ahora se las cuento.

Para empezar, la historia nos muestra que es bueno poseer oro y plata durante deflaciones e inflaciones. Los metales preciosos capean el temporal sin problema. La gente siempre ha querido tener oro, especialmente durante periodos convulsos. La historia está de parte del oro. Hace más de 5.000 años que la humanidad lo empezó a usar como moneda. Nunca han valido cero. Nunca. Les podría dar una lista de "dinero" fiduciario que ha desaparecido del mundo por llegar a no valer nada. Cero. ¿Saben cuántas divisas fiduciarias han desaparecido a lo largo de la historia? Todas. Todas y cada una de ellas han pasado a valer nada de nada. ¿Y las actuales? Correrán la misma suerte que sus predecesoras. De hecho, como dato curioso, la revolución francesa fue consecuencia de la muerte de una de esas divisas fiduciarias... Y sepa que el dinero fiduciario (también llamado papel moneda) fue inventado por los chinos hace unos mil años. El dinero fiduciario lleva mil años fracasando sin cesar.

Otro aspecto de los metales preciosos es que son un refugio seguro durante catástrofes naturales, guerras, disturbios, pandemias, etc. Usted mantendrá su riqueza aunque cerrasen todos los bancos del mundo a la vez. Además, son escasos. Son raros. Y para conseguir más es necesario gastar una fortuna en minar, con costos crecientes y beneficios decrecientes. Hay poco, y el poco que hay es caro de extraer.

A diferencia de los diamantes y la numismática, el oro y la plata tienen una diferencia muy pequeña entre el precio de compra y el de venta, ya que el beneficio del vendedor es muy bajo, no llega al 5%. En la numismática la diferencia entre el precio de compra y de venta como mínimo es de un 15% y puede llegar al 100%. Aunque, eso sí, a una mujer la hará mucho más contenta con un diamante, ¡y ya sabemos quiénes son las que realmente controlan el mundo!
Otra razón a tener en cuenta es que cada onza de oro o de plata tiene el mismo valor, mientras que cada moneda de colección numismática o cada diamante es diferente, con lo que usted necesitará a un experto para tasarlos y poder conocer su valor.

Otra cosa importante es que el oro y la plata los puede poseer sin problemas. Un coche o una propiedad inmobiliaria necesitan de un registro, de un seguro, pago de impuestos... Si usted no paga IBI durante unos años se queda sin casa. No hay IBI en el oro ni en la plata. Este aspecto es muy importante, ya que en un futuro cercano el gobierno va a centrarse en aumentar o crear nuevos gravámenes inmobiliarios, lo le quepa la menor duda.
El valor del oro y de la plata no depende de nadie. Las acciones de una empresa valen mientras exista la empresa. El dinero fiduciario vale mientras el gobierno tenga recursos para obligar a la población a aceptar sus pagarés camuflados en forma de "dinero". Si un estado se disuelve, también lo hace su moneda. Además, no necesita transmitir ningún título para venderlos, como sí las acciones o la propiedad inmobiliaria. Ni tampoco pasar la ITV.

A diferencia de los billetes, ni la humedad, insectos, roedores, gusanos, fuego, terremotos, ni los cocodrilos pueden destruir el oro o la plata. Usted puede enterrarlos, emparedarlos, fundirlos, refundirlos... Hay determinados ácidos que los pueden corroer y poco más. Bueno, y los volcanes.
Más de 5.000 años de historia los avalan como inversión a prueba de bomba (sí, también resisten bombas), mientras que 1.000 años de historia desacreditan al "dinero" fiduciario en su totalidad. Además, brillan, y combinan con los diamantes. ¿Se puede pedir más?

El oro y la plata están "condenados" a servirnos para la eternidad. Y ya que hablamos de inmortales, en el juego del "dinero", actualmente hay muchos jugadores. Dólares, euros, yuanes, yenes, rublos, pesos. Pero, como en la famosa saga cinematográfica, "sólo puede quedar uno", y ese uno son los metales preciosos.
Y hablando de falsificaciones, como lo son todas las divisas fiduciarias, ¿sabe lo difícil que es falsificar oro o plata? Para tal fin usted debe conseguir la misma densidad, color, volumen, sonoridad... Demasiado complicado. En cambio falsificar dinero en papel es muchísimo más fácil, sólo necesita conseguir el papel adecuado, un buen escáner, una buena impresora, y encargar adhesivos holográficos. La marca de agua la puede hacer hasta con zumo de limón.
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