¿Qué sucederá con el euro? ¿Y con el dólar? Bueno, lo que es seguro es que desaparecerán, como toda divisa fiduciaria, la única pregunta es ¿cuándo?
Este cuando está cada vez más cerca, y por eso los bancos centrales de países como Rusia o China están acaparando todo lo que pueden.
Si usted discute sobre el tema con sus amigos o conocidos, seguramente le aseguren que el oro no puede volver a ser dinero, porqué valdría demasiado, no se podría comprar con él en el supermercado, usted no puede dividirlo cuando quiera pagar...
… pero ninguno esos argumentos no aguantan un análisis serio.
Para empezar, si una onza de plata vale demasiado, pongamos 10.000 € actuales, por poner un ejemplo (aunque la cifra le parezca descabellada, hay más de un analista solvente que apuesta a que veremos la onza en varios múltiples de mil). Imaginemos, por un momento, que el oro es aceptado por todo el mundo como dinero de curso legal (otro día hablaremos del curso legal en profundidad, que tiene tela marinera, y es la piedra angular de toda la estafa fiduciaria).
Pongamos que usted va al supermercado. No podrá pagar por mercancías por valor de 100 € si la onza es de 10.000 €.
¿Es acaso un problema inherente al oro?
Pruebe usted a ir a comprar con un billete de 500 €. ¿No tiene algo más pequeño? Es que aquí no tenemos cambio para billetes de 500 €...
Ahora pongamos que usted quiere comprarse un coche. 10.000 € por un coche, actualmente, es un precio relativamente razonable (hay muchos dependes, pero démoslo por válido). Usted va al vendedor y le dice: “Oiga, quiero ese coche, por cuánto me lo deja?”. El vendedor, en este caso, le responde: 11.500 €.
¿Cómo sería el pago? Pues una onza de oro, más 1.500 €, así de fácil. ¿Pesa una onza de oro? 31 gramos y pico. Mi smartphone pesa 133 gramos, es decir, 4'69 onzas. Por supuesto, al precio actual, su bolsillo pesaría mucho más, en caso de que usted quisiese comprar ése mismo coche con monedas de oro. Esos 10.000 € los conseguiría, más o menos y al precio del oro en el momento de escribir este artículo, con unas nueve onzas. Eso son unos 255 gramos. Muchísima gente corre actualmente con smartphones muy populares, que casualmente pesan 6 onzas.
Así que no es por peso. Hay analistas que hablan de sobrepasar los 50.000 $ por onza de oro, con lo que el peso y su portabilidad (no la del teléfono, la del oro...) no es problema ni hoy ni en un futuro.
Lo que sí que puede ser problemático es que el oro puro es muy blando y el desgaste sería acusado en poco tiempo. Claro que, imagino, la gente utilizaría las fundas de plástico con las que se entregan las monedas de metales de inversión individuales, con la que el problema se resuelve de forma fácil y barata.
Aunque también hay la posibilidad de acuñar monedas con aleación de cobre, como el Krugerrand, que contiene una onza de oro más 2'826 gramos de cobre, y de esta forma aumenta su dureza. ¿Sería un problema para comprobar su peso en oro? No necesariamente. A través del sonido que hace una moneda al vibrar, las aplicaciones actuales para smartphones permiten reconocer monedas de oro, Krugerrands incluidos, luego sabiendo las medidas de la moneda tendríamos suficiente para comprobar su autenticidad.
¿Cuánto valdrá el oro? ¿Cuánto la plata? No tengo ni idea, pero sí sé que no sería nada descabellado pagar bienes y servicios con oro o con plata, o con ambas a la vez. Y por Internet con bitcoin.
Lo que sí sé es que, tarde o temprano, el papel-dinero no valdrá y el oro sí.