
El Banco de Rusia, después de comprar oro durante todo el año 2014 y tras aumentar en 100.000 onzas sus reservas de oro durante el pasado mes de mayo, continúa su política con una nueva ampliación de 800.000 onzas o 25.000 toneladas métricas durante el mes de junio. Los analistas prevén que Rusia seguirá ampliando sus reservas de oro, al menos en los años que todavía quedan de mandato de Putin.
El total de reservas de oro del Banco Central de Rusia asciende a 41 millones de onzas, con un valor aproximado de unos 48.000 millones de dólares. El total de divisas rusas es de 362.000 millones de dólares, de las cuales el oro representa un 13%, lo que le convierte en el sexto país a nivel mundial en proporción de oro en sus divisas, por detrás de Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia y China.
Una buena parte del oro comprado por el Banco Central Ruso viene de la producción interna de oro que genera el propio país y que, actualmente, está en torno a las 25 toneladas métricas mensuales. En 2014, año en el que alcanzó una producción de 266.2 toneladas, Rusia fue el tercer productor minero mundial tras Australia y China.
Esta política de ampliación de las reservas de oro es la que Rusia lleva desarrollando durante la última crisis financiera. Según los expertos, con ello pretende alejarse de la dependencia del dólar y apoyar a un rublo maltrecho. De hecho, su época más fuerte de compra de oro coincidió con el nivel más bajo de la divisa rusa, que se produjo en el mes de diciembre de 2014, mes de colapso absoluto del rublo.